martes, 23 de septiembre de 2008

Julio Iglesias sigue viviendo su "pasión" por la música a los 65 años

El veterano cantante español Julio Iglesias llega este mes a los 65 años tan "apasionado" como el primer día de una profesión que comenzó hace 40, en medio de una gira mundial que le llevará en octubre a Latinoamérica, con otro disco en mente y sin pensar en retirarse.
Cantar "es un privilegio y además, cuando dura muchos años, es absoluto, porque sigue despertando pasión en mí", explicó a la AFP en una entrevista telefónica desde su casa de Ojén, cerca de Marbella (Andalucía, sur de España), tras su gira por España a finales de agosto.
Julio, que este verano boreal celebró sus 40 años en un escenario regresando a Benidorm, la ciudad que le vio nacer como cantante un 17 de julio de 1968, disfruta de una parada en su "Tour 2008" en septiembre para retomarlo en octubre en Argentina, primera etapa de su gira por su
"Latinoamérica queridísima".
"Allí nací como artista en mi lengua", recuerda, mientras calcula que su cumpleaños, el 23 de septiembre, lo celebrará "seguramente en Punta Cana" (República Dominicana), su otro domicilio junto con el de Miami (EEUU) y el de España.
"Voy a celebrarlo con mis chiquillos pequeños, con mi mujer y con mi gente; será uno de los primeros cumpleaños que pase sin cantar", comenta, en referencia a su mujer, la holandesa Miranda Rijnsburger, y sus cinco hijos de entre 1 y 11 años.
A sus 65 años, este 'récordman' de la música latina romántica por excelencia que nació con vocación de futbolista se siente "orgánicamente fortísimo".
"Cuando salgo al escenario me siento más fuerte, me apasiono más, me bombea más la sangre", asegura, en medio de una gira que durante un año le está llevando a recorrer el mundo. Pero "a los 65 años no se canta como a los 25", confiesa, por lo que no elude la disciplina.
"No comes todo lo que quieres, evitas conversaciones largas y según van pasando los años se añaden más cosas", además de nadar "250 días al año", deporte que para él es "fundamental" desde que a los 20 años sufrió un grave accidente que le dejó casi paralítico durante más de un año.
La indisposición que según los medios sufrió durante un concierto en Rusia que tuvo que anular asegura que fue "un cuento del empresario".
"Se estropearon partes fundamentales del equipo electrónico, yo no escuchaba bien y a la tercera canción dije al público que no podíamos cantar. Entonces el empresario se asustó y dijo que era una crisis cardiaca", aclara.
Después de cuatro décadas de una carrera que incluye el primer disco de Diamantes otorgado por el Libro Guinness de los Récords por liderar la venta de discos (más de 250 millones) en el mayor número de idiomas de la historia y más de 2.600 discos de platino, Julio considera "imposible" jubilarse.
"Es como parar un motor. En realidad el artista nunca se retira; lo retiran. Yo no he pensado en refugiarme en la soledad, no he pensado en que me retiren", confiesa.
Y para demostrarlo adelanta su proyecto de grabar un álbum "en enero y febrero". "Me apetece muchísimo", será "un pequeño legado con el objeto de "repasar un poco tu vida, encuadernarla y dar prioridad a lo que crees tú que es prioritario".
"Quiero repasar ciertas canciones, estoy pensando cómo puedo ajustar lo mal cantado y hacerlo mejor", aunque "es muy difícil conciliar todo y dejarlo en un papel escrito", reflexiona. Pero el autor de éxitos como "La vida sigue igual", "Hey", "De niña a mujer" y "Me va, me va" también quiere reservar tiempo para "disfrutar de la vida".
"Tengo una familia que es una maravilla, niños pequeños que están aprendiendo a vivir y es un privilegio y una motivación importante que mis hijos me vean fuerte, sólido; todo eso me mantiene bien vivo", celebra.
A las críticas sobre su gira en España, donde canceló un concierto y en otro no llenó, responde que las entradas eran caras y se pusieron a la venta tarde: "Hubo mala organización, malos precios; las críticas las acepto", pero "he hecho una gira mundial absolutamente 'sold out'", alega.