El lugar estuvo lleno “de bote en bote”, lo que tiró por la “borda” las voces agoreras que por querer “pescar en río revuelto” días antes del show quisieron propagar la falsa noticia de que el mismo se había suspendido.
Pero allí estuvieron sus protagonistas, con un público delirante ante sus desempeños musicales en un espectáculo memorable y de “altos quilates”.
Tras una antesala de la joven Mayurie Reyna, que presentó credenciales en la parte inicial del evento, le correspondió a Héctor Acosta la primera parte del desarrollo del cartel con el cual propiamente se había convocado a la gente.
El Torito de inmediato se entregó con un manojo de sus éxitos en merengue y bachata, dejando a la audiencia con deseos de seguir escuchándole.
Desde el luego el cierre le correspondió a Anthony Santos, quien tenía pendiente una deuda en ese mismo teatro de entregar más de lo que no pudo en su presentación que realizó allí hace unos meses porque reglas del lugar no le permitieron llegar más allá del horario estipulado.
Pero esta vez Santos cantó y “tocó” de manera kilométrica, algo muy característico en él, ya que desde que se “engancha” en una tarima siempre está dispuesto en ofrecer sus admiradores una entrega sin límites.
Y eso que el más popular de los bachateros días antes había atravesado por problemas de salud que tenían que ver con una fuerte afección gripal.
Sin embargo, como lo prometió llegó hasta sus seguidores de Nueva York con el propósito de dejar su corazón en el escenario como afectivamente así lo hizo y para ello echó manos de sus éxitos musicales y que fueron coreados por la multitud.
Como siempre, Anthony demostró ser un virtuoso con su guitarra, su ejecución es la otra parte de su atractivo en sus actuaciones.
Cuestiones ya de artista con sus “mañas de gran veterano” en esas lides y que sabe muy bien ensayar nuevas fórmulas para hacer siempre un show diferente pero con una misma misión y es la de marcar la ruta de un estallido de emociones como así aconteció en esta presentación del United Palace, que muchos desean vuelva a repetir.
Lo primero que hizo Anthony fue desafiar y burlarse de quienes habían sostenido una campaña en contra de la función, dejando en claro que “nadie puede con él,” pronunciamiento que se convirtió en el ”leit motiv” de su actuación durante toda la noche, pero que tenía esta vez una connotación especial.
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